Los aranceles propuestos por el presidente Donald Trump han provocado la aparición de un inesperado rival: el fabricante de Jack Daniel’s.

Brown-Forman Corp., que elabora el icónico whisky de Tennessee, no sentirá demasiado el impacto directo del gravamen, porque sus bebidas están envasadas en vidrio, no en latas. Pero el whisky americano fue arrojado al fuego cuando la Unión Europea anunció que tomaría represalias por la medida, incluyendo al bourbon, denim y motocicletas.

Eso llevó a Brown-Forman a oponerse con fuerza a los aranceles, dijo el CEO Paul Varga en una reunión con analistas. “Brown-Forman puede ser una desafortunada víctima de esta política”, afirmó. “La abrumadora mayoría de nuestros productos están hechos aquí en Estados Unidos y en los últimos años hemos estado invirtiendo fuertemente en nuestra expansión de manufacturas dentro del país”.

La batalla comercial es un ejemplo de cómo podrían afectar los aranceles en una porción mayor de industrias más allá del aluminio y acero en sus cadenas de suministros. El bourbon representa alrededor de una quinta parte de las bebidas espirituosas que se exportaron a la Unión Europea durante 2017, según datos del Distilled Spirits Council de Estados Unidos.

No es la primera vez que el elaborador de Jack Daniel’s y el bourbon Woodford Reserve ha sido empujado dentro de una refriega política. En 2014, la compañía se encontró en el centro de una lucha entre Estados Unidos y Rusia.

“No es nuevo que Brown-Forman enfrente cuestiones que plantea la economía”, dijo Varga. “Vamos a controlar de cerca el potencial de las represalias, y por supuesto, estamos compartiendo también nuestro punto de vista en Washington”.