En la compañía que gestiona la cadena hotelera Grace reconocen que la tarea que tienen por delante no es fácil pero destacan el potencial que ofrece el mercado turístico argentino para propuestas diferenciales y orientadas al lifestyle como la de Grace Hotels, que a nivel mundial cuenta con una docena de hoteles, sumando los que ya tiene en operaciones y los que están en construcción.

“Somos un grupo de capitales griegos FSA pero no un fondo de inversiones. Detrás de la compañía está una familia que comenzó con el mercado naviero y se diversificó y hoy tiene negocios en aviación, real estate, hospitality y energía. En la Argentina estamos presentes desde hace ocho años y hemos realizado inversiones en el país por más de $ 1200 millones, principalmente en real estate, oficinas, viviendas y ahora hotelería”, explicó a Adlatina Gustavo Araujo, CEO de FSA Group Argentina, la división de real estate de Libra.

Araujo adelantó que para el nuevo proyecto en Cañuelas, FSA se asoció con La Dolfina Polo Ranch para un proyecto que combina un hotel con proyectos de villas y departamentos, con una inversión de 30 millones de dólares.

-¿En qué se diferencia Grace de las cadenas tradicionales de hotelería?

-Grace apunta al lifestyle y en cada nuevo proyecto adopta la esencia del lugar. A diferencia de las grandes cadenas, nuestros hoteles no son todos iguales en el mundo. El Grace de Mykonos, por ejemplo, es todo blanco, con una arquitectura mediterránea, mientras que en Cafayate el cliente se va a encontrar con un hotel de mucha piedra y madera. La idea es siempre mimetizarse con el lugar pero conservando standars muy elevados en materia de servicio. En el caso de Cañuelas ahora estamos haciendo un proyecto dedicado al polo. Si bien no es un hotel temático, sí va a estar muy vinculado con el deporte, partiendo de que va estar emplazado frente a la cancha principal de polo del complejo La Dolfina Polo Ranch. La idea es que el lugar se convierta en la sede para la realización de campeonatos internacionales y a la vez darle más envergadura a las copas que ya se están jugando en el complejo.

-¿Cómo es instalar una marca hotelera nueva compitiendo contra nombres internacionales de larga trayectoria?

-Apuntamos a diferenciarnos con calidad y servicio. No competimos por precios y de hecho las tarifas no son bajas. En todos los casos el objetivo es ofrecer una experiencia para lo cual tenemos mucho personal y servicios como el de butler que no es muy común en la Argentina y que se caracteriza porque que desde que llega el huésped se ocupa de brindar un  trato personalizado. Para Grace lo edilicio no es lo principal, y el acento lo tenemos puesto en la calidad del servicio.

-¿Tienen planes para seguir creciendo en la Argentina?

-La idea es crecer con Grace y cubrir todo el país, con el foco puesto en el turismo internacional. Ya estamos en el norte y en Buenos Aires y el próximo paso es la Patagonia para lo cual estamos buscando propiedades que se adecuen para este tipo de proyecto. Tienen que tener un diferencial porque no queremos hacer más de lo mismo.

-¿Están mirando Bariloche o más al sur?

-Estamos viendo Bariloche y los lagos. Queremos un producto que combine en un mismo paquete el norte, Buenos Aires y el sur. Con esos tres proyectos recién ahí podríamos decir que estamos empezando a consolidar nuestro negocio hotelero en el país.