Con un consumo de 900 millones de unidades al año, el mercado del alfajor se convirtió en uno de los más dinámicos dentro de la industria de las golosinas y el chocolate en la Argentina. En Fantoche –una de las compañías líderes en el rubro- apuntan a ampliar su red de distribución y a sumar nuevos consumidores a la categoría, según explica Claudio Daniel Messina, gerente de marketing de la marca.

-¿Cómo se reparte hoy el negocio de los alfajores?

-A nivel nacional, un 80% de las ventas corresponde a los alfajores blandos en los que se pueden identificar tres grandes segmentos de productos: el premium donde compiten Havanna y Cachafaz; el más económico donde Guaymallén y Tatín son los líderes, y un nivel medio donde estamos Jorgito y Fantoche. En nuestro caso, contamos con la ventaja de haber sido los creadores del alfajor triple y tenemos registrada la marca.

-¿Se sintió un freno en el consumo en los últimos meses?

-En nuestro caso no lo vivimos. El año pasado crecimos un 30% en volumen y para este año proyectamos un crecimiento similar, a fuerza de una mejora en el sistema de distribución. Además, creo que la coyuntura nos juega a favor porque el consumidor busca marcas que les ofrezcan un precio medio con buena calidad y nosotros cumplimos esas características.

-¿Hay alguna tendencia que esté más fuerte en materia de consumo?

-Lo que estamos viendo es un crecimiento en la demanda de los alfajores mini, en especial en el mercado de Buenos Aires. Sin descuidar el mercado de los más chicos, apuntamos también al consumidor más adulto que muchas veces compra un alfajor como una gratificación que busca darse y, en este sentido, un alfajor más chico es percibido como un permitido.