Kit Kat, la marca de chocolates más vendida de Nestlé en el mundo, desembarcó en la Argentina. A casi 80 años del lanzamiento con su formato actual, la marca concretó su ingreso en el mercado local con el objetivo de pelear el liderazgo de la categoría que hoy se disputan Arcor y Mondelez.
“Kit Kat es un ícono de la categoría a nivel mundial. Es una marca tan potente y ganadora que nos obliga a redefinir nuestra estrategia en torno a ella. Sin dudas, va a reforzar la posición competitiva de Nestlé en la categoría, tanto en la mente de nuestros consumidores como en la de nuestros clientes”, explicó a Adlatina Nicolás Manrique, marketing manager del negocio de Chocolates Nestlé.
-¿Por qué no estaba la marca en la Argentina?
-La marca ya estaba en gran parte de Latinoamérica, con presencia en Brasil, Paraguay y Colombia, pero estaba faltando en la Argentina. Acá no estábamos por un tema de regulación interna y tuvimos que revisar la fórmula e incorporar la harina enriquecida que nos pedían las autoridades locales. Y una vez que Brasil empezó a producir el producto, con los requerimientos locales, pudimos empezar a traer la marca a la Argentina.
-¿La idea es pelear el liderazgo de la categoría?
Kit kat en el mundo es la marca número tres y una de las marcas top de Nestlé. A lo que aspiramos es que sea en la Argentina lo que es en el mundo: una marca icónica y líder.
-¿A qué target de consumidores apuntan?
-Apuntamos a un público de 25 a 35 años. Son jóvenes urbanos, multiconectados, y con un consumo muy dinámico. Igualmente, el target es mucho más amplio e incluye a cualquier persona que quiera disfrutar de tomarse un break.
-¿No dudaron de esperar a otro momento mejor para traer la marca?
-Estamos convencidos de que siempre es un buen momento para traer a la marca Kit Kat y si no la trajimos antes fue porque teníamos el inconveniente de las regulaciones. Cuando se trata de una marca tan grande, con ochenta años de historia, la coyuntura no importa. Además, no todas las categorías se mueven igual, y en el caso puntual de los chocolates al ser un producto de consumo impulsivo en cualquier coyuntura funcionan bien.
