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Por Ad Age |

Confesiones de un reclutador de publicitarios

(Ad Age) – El autor es un headhunter que trabajó en esa tarea durante los últimos diez años, y luego publicó un libro sobre “los cinco secretos” que aprendió durante ese tiempo.

Confesiones de un reclutador de publicitarios
El autor, Tony Stanol, es presidente de Global Recruiters.

Yo he sido un reclutador externo de la publicidad, un headhunter, en los últimos diez años. Después publiqué "The Five Secrets I Learned as a Recruiter That I Wish I Knew as a Candidate”, y varios ejecutivos de la industria me pidieron que revele los secretos de la industria publicitaria, desde la perspectiva de un reclutador.

Durante ese tiempo, cuando les pregunté a los candidatos acerca de su trabajo “soñado”, al menos la mitad de ellos me expresaron su deseo de pasar al bando de los clientes.

¿Por qué? Por ejemplo, por aquello de que siempre “el pasto es más verde del otro lado del alambrado”, esto es, sobre el lado del cliente. Llámelo “la envidia del cliente”. Aquí hay tres mitos líderes sobre el cliente versus la agencia:

 

La paga es mejor

Mucha gente se sorprende –yo también me sorprendí- al oír que los salarios son más altos en las agencias de publicidad para los niveles equivalentes de

experiencia.

Aquí están los números.

Los salarios tienden a ser más altos en las agencias porque llega más efectivo como salario básico. Pero los departamentos de marketing tienden a pagar más generosamente y dar bonuses más predecibles por performance que las agencias. También se desembolsan más acciones en el lado del cliente, a menudo con cobertura de varios años.

Pero, sorpresivamente, la compensación total (definida como salario base más bonus en cualquier forma, más beneficios médicos, dentales y de incapacidad física, incluyendo el pago de vacaciones, más compensaciones a largo plazo y otros ítems) tienden a ser aproximadamente iguales para niveles equivalentes de experiencia en ambos sectores.

 

Los bonus son una apuesta

No muchos acuerdos de empleos en las agencias tienen un monto declarado para los bonus. Esto es a menudo verdad, incluso para algunas agencias con salarios superiores a 250.000 dólares. Por cierto, existen más distribuciones explicitas de bonuses en el nivel de las C-suites, a menudo dependientes de la performance, pero en los niveles más bajos son mucho más nebulosas.

Las agencias generalmente se ponen nerviosas cuando se les pregunta por el plan de bonus, y dicen cosas como “eso depende de la performance total de la agencia, cuán bien está trabajando su oficina, la satisfacción del cliente y sus propias medidas blandas”.

En contraste, los bonuses en los mayores departamentos de marketing surgen de un calculo exacto. Usted sabe dónde está en virtualmente cada semana del año. Y esos bonuses tienen a ser más confiables. Muchas agencias hacen desaparecer mágicamente sus bonuses, a menudo por largos lapsos.

¿La lección para los candidatos de agencia? Negociar tanto dinero cash como pueda en el salario básico y los beneficios; no cuente con los bonuses predecibles.

 

El lado del cliente es más estable.

Existe una percepción entre los empleados de agencia que el lado del cliente es más estable para el empleo a largo plazo, y permite un mejor balance entre trabajo y vida.

Cierto, puede ser verdad para tener más horas predecibles, dependiendo de dónde usted trabaja. También hay menos riesgo de una mayor disrupción de una pérdida de cuentas respecto de un cliente voluble.

Pero los puestos en departamentos de marketing no están a prueba de los malos resultados de ventas. Observen no más que el promedio de tiempo de gestión de un CMO respecto de los últimos años.

Cuando yo trabajé para agencias (FCB, BBDO y JWT), siempre me blindé contra las pérdidas potenciales de cuentas, anticipándome a un despido. Afortunadamente, eso nunca ocurrió, y trabajé varios años en negocios que cambiaron varios CMOs y CEOs.

Hay más cosas que contar sobre el balance de trabajo/vida en las agencias, las cadenas y el impacto de la tecnología en el reclutamiento. Pero eso queda para otra confesión.