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CARLOS BAYALA, DIRECTOR CREATIVO GLOBAL Y SOCIO MUNDIAL DE MOTHER

“Cualquiera que trabaja en Madre y Mother conmigo sabe que nunca estoy conforme con nada”

Recientemente nombrado director creativo global y socio mundial de Mother, Carlos Bayala dice que no hubiera podido dar ese paso sin el apoyo del staff de Madre Buenos Aires. La oficina porteña tuvo un año exitoso tras ganar el pitch de Aerolíneas Argentinas y desarrollar acciones para Nextel, Molinos, Banco Hipotecario y Asatej. Por su parte, Mother Londres ganó cuentas de Unilever y Kraft.

“Cualquiera que trabaja en Madre y Mother conmigo sabe que nunca estoy conforme con nada”
“Los clientes están desesperados por poco y mejor”, asegura Bayala.

El pasado mes de septiembre, Carlos Bayala asumió el cargo de director creativo global y socio mundial de Mother. Asimismo, continuó estrechamente relacionado con Madre Buenos Aires y con nuevos emprendimientos como Mae San Pablo.

Bayala dice que ese paso no hubiera podido darlo de no ser por el apoyo del staff de la oficina de Buenos Aires. “El equipo se la banca, no defensivamente, sino muy agresivamente”, subraya.

“Alejandro (Dominguez), Sebas (Stagno), Rafa (D’Alvia) y Gaby (Scardaccione) se consolidaron como el equipo que maneja Madre no solo desde su funcionamiento y trabajo creativo sino desde la visión. Madre es, desde hace un buen tiempo, el resultado de la ambición de todo ese equipo con el que me divierte mucho trabajar. Está buenísimo sentir que el crecimiento llega a gente como Keke Roberts y Cris Camean en la dirección creativa, y a Nati Gamarra y Peli Soutric en el manejo de los procesos. Son personas que hicieron que Madre creciera y madurara y, a la vez, son responsables de que se mantenga infantil e irresponsable cuando es necesario”, añade Bayala.

Además de los cambios en las implicancias profesionales de Bayala, en 2013 se produjeron fuertes transformaciones dentro de la oficina porteña de la agencia. “Desarrollamos mucho más seriamente nuestro equipo digital, que trabaja desde el centro de cada proyecto con Manolo Chada y equipo, lo mismo que nuestro equipo de diseño con Javi Auguste y su gente”, comenta el publicista y agrega que estos cambios van a empezar a notarse durante los próximos dos años.

 

UN AÑO CLAVE

A la hora de mencionar los logros del 2013, Bayala rememora: “El pitch de Aerolíneas representó algo enorme para nosotros por la escala del cliente. Nextel creció y desarrollamos una relación muy inteligente con la marca. Molinos muestra que, después de varios años, no dejamos de generar nuevo laburo juntos. El Hipotecario es un gran ejemplo, fue nuestro primer cliente y nos sigue presentando desafíos; recién veía Cara de billete, el trabajo de verano para el Banco y me parece muy simple y muy divertido”.

En cuanto a los nuevos clientes, señala: “Vienen con pedidos ambiciosos y no muy normales, lo que está buenísimo. Estamos trabajando con todo un replanteo integral, desde la arquitectura de los locales hasta la estrategia y concepto de comunicación de Asatej,  mientras que Mother en Londres ganó un par de cuentas globales muy interesantes de Unilever y Kraft”.

Frente a la pregunta de si en 2013 alcanzó sus expectativas dice: “La verdad que no me pongo expectativas a principio de año, pero cualquiera que trabaja en Madre y Mother conmigo sabe que nunca estoy conforme con nada. Creo que tenemos gente y ambición para hacer mucho más quilombo que el que hicimos hasta acá”.

 

MENOS ES MÁS

Bayala define a esta etapa de su carrera como un periodo de involución, aunque con una connotación positiva. “Cada vez que me meto en estos despelotes, los pienso como una oportunidad de bajar al trabajo. Es lo que estoy haciendo. Tratar de trabajar menos en management y más directamente en relación con el trabajo creativo. No hay que trabajar en la ‘carrera profesional’, es una boludez, hay que trabajar en el trabajo”, sentencia.

A propósito del pronóstico para el 2014, comenta: “Cada año, todos nuestros clientes, invariablemente, nos dijeron que el que venía iba a ser peor. La futurología me sale mal porque, en general, lleva al pesimismo. Si uno piensa demasiado positivo queda como un jetón que quiere motivar, si uno piensa cínicamente se deprime. La negación de la realidad es algo que Madre practicó bastante bien desde que empezó. Lo curioso es que, a veces, la realidad se encuentra frente a un equipo que trabaja muy apasionadamente y se contagia, en lugar de que ocurra lo inverso”.

En este marco, indica que los objetivos son tres o cuatro buenos ejemplos de trabajo creativo extremo. Los clientes están desesperados por poco y mejor. No sé si eso es una tendencia, pero la desesperación por hacer muchísimo y que cada cliente ofrezca una ametralladora de mensajes, no me parece una solución inteligente”, aclara.

 

En esa línea, recuerda la sabia frase ‘Menos es más’, y profundiza: “El tema es que ese menos esté realmente bueno. Y de paso ser felices haciendo el laburo. No está demás aclararlo”.

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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