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ENTREVISTA CON LOS DIRECTOS CREATIVOS EJECUTIVOS DE DAVID BUENOS AIRES

Ferioli y Cubría: “Somos muy insistentes con la impronta que le queremos poner al trabajo”

Luego de ganar tres Leones en el festival Cannes Lions, los directores creativos ejecutivos de David Buenos Aires, Joaquín Cubría e Ignacio Ferioli, dialogaron con adlatina.com sobre la relevancia de los premios para la agencia que transita su segundo aniversario. Además se refirieron al presente de la compañía e hicieron un balance sobre su primer año al mando del departamento creativo.

Ferioli y Cubría: “Somos muy insistentes con la impronta que le queremos poner al trabajo”

Con su caso para Unilever Why bring a child into this world?, la oficina porteña de David ganó dos Leones de bronce y uno de plata en el festival que, año a año, lleva la mejor publicidad del mundo a la soleada costa de Cannes.

El trabajo creativo de la campaña, que obtuvo reconocimientos en las categorías Branded Content, Media y PR, estuvo en manos de Ignacio Ferioli y Joaquín Cubría, directores creativos ejecutivos de la agencia. Ambos dialogaron con adlatina.com sobre sus sensaciones con respecto a la conquista de estos galardones.

“El trabajo fue gigante productiva, estratégica y logísticamente hablando. Fue un monstruo de producción para una master brand global, y está bueno que todo ese trabajo se refleje en los Leones, especialmente para la gente de la agencia que estuvo involucrada”, comentó Ferioli.

Según señalaron los creativos, uno de los aspectos más difíciles del proyecto fue que tuvo que pasar por muchas instancias de evaluación. “No creo que haya muchos briefs en el mundo en los que se arranque trabajando con una persona y se llegue hasta Paul Polman, que es ceo global de Unilever, con quien uno se tiene que sentar, contarle la idea y que él diga si le parece viable o no. En esa circunstancia uno piensa ‘que sobreviva algo con la calidad de ganar un León’”, explicó Cubría. Y agregó: “Personalmente, estos Leones me dan mucha más satisfacción que otros premios que gané en otros momentos de mi carrera”.

Luego sostuvo que la campaña le interesó desde un principio, por el mensaje que transmite: “Hay algo más personal; no se está vendiendo un producto, aunque se trate de una marca, sino una filosofía de cómo hacer las cosas, invitando desde Unilever a la gente y a otras compañías a pensar el negocio desde otro lado, desde un lugar más sustentable; tiene una causa noble”.

También insistió en que es una importante victoria haber ganado en la categoría Branded Content porque, además de ser una de las figuritas difíciles del festival, es el lugar hacia el que se dirige la publicidad.

En este aspecto coincidió Ferioli y añadió: “Tanto Branded como Titanium son mega categorías porque entra casi todo, entonces, es una especie de batalla campal entre todas las piezas. Está bueno haber ganado con un proyecto que fue un debut con un cliente, es una buena manera de arrancar una relación cliente y agencia”.

 

-¿Cuál es el presente de la agencia?

J.C: -No terminó de estabilizarse todavía. Tiene dos años, empezamos siendo tres y hoy somos casi cuarenta personas trabajando. La agencia crece pero no llegó a un lugar en el que uno pueda decir basta, y creo que el freno lo va a tener que poner la misma agencia porque no creo que falten cuentas para seguir expandiéndonos. En general, cuando charlamos sobre qué modelo de agencia queremos para el futuro, pensamos en uno que tenga respuesta, sea liviano y ronde las cincuenta personas como máximo, como pasa en San Pablo. Por otro lado, la agencia tiene un modelo de crecimiento que implica ir hacia donde están los clientes que quieren trabajar con nosotros, la oficina de Miami tiene que ver con eso.

 

I.F: -Lo que pasa en la agencia hoy es que su estado de salud es el mejor a nivel de negocio y talento. Además, tenemos clientes como Coca Cola, Burger King, Unilever y Dot que nos dan la oportunidad de hacer buenos trabajos. Más allá de esto, nos falta subir dos puntos en el nivel creativo de todo lo que hacemos. Todavía no nos sentimos satisfechos con el trabajo en general.

 

-¿Cómo responde una agencia pequeña como es David a las exigencias de clientes tan grandes? ¿Es fuerte el apoyo en Ogilvy?

-J.C: -El talento o el entendimiento de una marca y la manera de interpretarla no está en el aparato que esa agencia tiene atrás. Tampoco somos una agencia que está flotando en la nada, somos parte del Grupo Ogilvy, con lo cual tenemos un músculo detrás que, cuando hace falta, lo usamos; especialmente para los proyectos globales, en los cuales funcionamos vía Ogilvy. Somos bastante realistas, no tratamos de actuar como una agencia de 200 personas porque eso se termina viendo en un resultado de trabajo que no está bueno.

 

I.F: -También depende lo que uno tome de una mega marca. Con Unilever nosotros no dijimos ‘vamos a hacer toda la comunicación’, sino ‘hagamos este proyecto puntual desde el principio hasta el final’. No nos comportamos como una agencia que dice ‘tirame todo lo que tengas que yo lo hago’.

 

J.C: Eso se dibuja solo. El cliente sabe por qué te viene a buscar y uno sabe qué quiere agarrar de cada cliente.

 

-¿Cómo se llevan trabajando como dupla?

I.F: -Ya nos conocíamos. Joaquín me llamó cuando él estaba en Ponce y yo en La Comunidad y estuvimos más de un año trabajando juntos en Ponce. También trabajamos con Gastón Bigio en Ogilvy, siendo directores creativos. Si uno reincide es porque algo funcionó. Es difícil encontrar gente con la que uno comparta el criterio para trabajar y el plan de carrera a seguir. Con Joaquín conectamos desde el principio con el mismo plan y criterio.

 

J.C:-Yo también lo quiero (risas). Además de llevarnos bien, los dos creemos que la agencia tiene que ir para una dirección particular.

 

-¿Qué balance hacen de este primer año juntos en la agencia?

I.F: -¡Lo más importante es que sobrevivimos! La agencia crece, el negocio está saludable, los clientes están contentos, las oportunidades están arriba de la mesa y lo que nos faltan son esos dos puntos específicamente en la creatividad.

 

-¿Cómo repercutió en sus trabajos el contexto económico de Argentina?

J.C: -Extrañamente, quizá porque una parte de los trabajos tienen que ver con proyectos internacionales, no nos podemos quejar de haberlo sufrido.

 

I.F: -Si dependiéramos del mercado local estaríamos más preocupados, pero el pie afuera es el que nos mantiene con la cabeza fuera del agua.

 

-¿Cómo es la relación con las demás oficinas de David?

J.C:- Tenemos muchos recursos cruzados de planning, producción y creatividad. De hecho, Ignacio y yo vamos a Brasil bastante seguido y, en ese sentido, la agenda de la agencia es bastante honesta. No es que la oficina de Buenos Aires está aislada de la de Miami o San Pablo, es todo muy cruzado y horizontal.

 

-¿Qué esperan para el próximo año?

J.C: -Somos muy insistentes con lo que queremos que se vea de la agencia y con la impronta que le queremos poner al trabajo. Eso tiene que ver con que es una agencia nueva. Si miro a otras puedo distinguir la manera que cada una tiene de trabajar; cada una tiene una identidad que se define por los trabajos que toman y cómo los resuelven. Acá hay que terminar de definir ese tono, esa personalidad. Pero, al mismo tiempo, hacemos fuerza por no encasillarnos en una manera única de trabajar y eso nos permite hacer cada proyecto de una manera flexible, sin convertirnos en una agencia que tenga un único tono.

 

 

I.F: -Nuestro perfil ideal sería que para cada marca podamos hacer un trabajo que esté por arriba de la media, que nos enorgullezca, nos ponga contentos y nos guste. Esto no tiene que ver con definirnos como una agencia popular o rarita, sino una que hace buenos trabajos para la marca que le pongan adelante. 

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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