“He logrado regresar a la publicidad y no neurotizarme con ello. Ese es un gran logro que pretendo mantener”, dice Humberto Polar, dgc de Mayo Perú.
Polar ocupa un lugar esencial en la agencia, ya que desde su llegada -y sobre todo el año pasado- las campañas generadas por Mayo tuvieron una repercusión internacional. Entre las más notables figuran Facesoup, para Ajinomen; Minikarma para Premier, que fue reconocida en medios internacionales como Shots, Creativity Online y Archive; las tres últimas campañas para Claro; el relanzamiento de la marca Field, para Mondelez; y el caso para promover la artesanía peruana, realizado junto a Mincetur.
Pese a los logros profesionales, el creativo sostiene que a nivel personal el 2012 fue un año complicado, pues implicó su readaptación a la vida peruana. “A pesar de haber nacido en Perú y haber empezado a trabajar en publicidad allí en 1986, dejé el país en 1989. Toda mi carrera la hice fuera, así que para mí trabajar en Perú es trabajar en un medio nuevo y desconocido. Los rasgos idiosincráticos siguen más o menos iguales, pero la mentalidad social se ha transformado, para bien y para mal. Eso siempre influye en un trabajo que tiene alcance masivo. Yo regresé por razones familiares, no tanto profesionales, entonces tuve que hacer un esfuerzo especial para adaptarme a algunas cosas”, advierte el profesional.
CON EL APOYO DE UN VISIONARIO
Polar llegó a Mayo con un claro objetivo encomendado por Juan Saux: transformar la agencia en un modelo contemporáneo y creativo desde la raíz. “Hay una línea recurrente en mi carrera, que siempre reaparece, y es hacer cambios gigantes. Pasó en 1992 en McCann Colombia; pasó en 1996 con mi propia agencia Lowe-SSP3, que se propuso cambiar la manera de trabajar en el mercado colombiano; pasó en el 2003 en Lowe México, donde pude revolucionar la agencia de arriba a abajo; y lo mismo está pasando en Mayo. Ha transcurrido un año y las bases ya están puestas, ahora viene construir para arriba. Los que estamos dentro de la agencia sabemos muy bien qué tan profundo es el cambio”, comenta Polar.
Parte de este proceso, implicó, según el ejecutivo, la concreción de ciertos logros como formar un equipo creativo sólido, multidisciplinario e internacional; y determinar las bases del criterio de lo que es un buen trabajo, sobre todo con los clientes. “Eso es gigantesco en cualquier agencia, pero lograrlo en Mayo y tan rápido es mucho más gratificante”, subraya el dgc.
De acuerdo con Polar, la confianza de Juan Saux para lograr este cambio ha sido lo más importante. “Todo dgc que va a hacer un cambio profundo necesita al lado a una persona visionaria, que haga sólidas las iniciativas, en términos financieros y de relación con los clientes. También fue bueno trabajar un poco con Javier Campopiano, a través de nuestra relación con Draftfcb. Es un gran talento y para mí fue (y es) bueno tenerlo cerca”, expresa el creativo.
UN FUTURO CENTRADO EN LA EDUCACIÓN
En relación a la coyuntura socioeconómica de Perú de cara al 2013, Polar declara: “No soy tan incondicional como a veces es el clima mediático con respecto a nuestro progreso. Mientras no resolvamos profundamente nuestro racismo, clasismo e intolerancia con las maneras de pensar divergentes, de nada servirá que haya más dinero en las arcas. Y estoy seguro de que la publicidad puede ayudar a mejorar esto si los profesionales que la creamos y aprobamos nos hacemos cargo”.
Con este marco de fondo, el creativo asegura que para el 2013 se ha propuesto la meta de producir trabajos que lo hagan sentir orgulloso. “A estas alturas de mi vida, ya entendí que uno no puede acelerar los aprendizajes colectivos. Las cosas se toman un tiempo en cuajar. Una cultura es una suma de voluntades con un norte común y claro. Todos cambiamos, todos mejoramos. Lo que me parecía óptimo el 2012 puede parecerme menor el 2013. Yo también estoy siempre aprendiendo”, enuncia Polar.
Respecto a cuál es el próximo paso que quisiera dar en su carrera, el creativo comenta: “Me gustaría vincularme con la universidad para contribuir en la educación de los comunicadores. Hay demasiada superficialidad, mucha ignorancia, mala redacción y poca visión humanística”. Frente a este dilema, esboza un fuerte interrogante: “¿Cómo podemos esperar medios de comunicación que construyan sociedad si están en manos de gente entrenada para ganar plata rápida todo el tiempo a costa de lo que sea?”.
