Ojalá todo pudiera ser tan medible y que eso garantice 100 por ciento los resultados. Lamentablemente –o afortunadamente- no es así. No creo que haya fórmulas seguras e inapelables. Creo que hay datos más o menos relevantes, que son ingredientes que los equipos tenemos que tener en cuenta a la hora de tomar decisiones.

Un tema clave es quién toma esa información y qué hace con ella. Podés decir: “Uno de cada tres productos nuevos que se lanzan son un éxito” o “tenés 66% de chances de fallar”. Es lo mismo pero no. Como tampoco es lo mismo “Lancemos 3, con uno le vamos a pegar seguro”.

Siempre hay riesgo, podés tratar de acotarlo y decidir hasta que punto correrlo o no.

Y sí, intentar tener la película completa. Que una vez más es haciéndola, transitándola. ¿A qué me refiero? La palabra 'fracaso' o 'sostener' hay que considerarlas en función de los objetivos que se tengan y lo que se ponga en juego. No estoy diciendo que haya que minimizar las cosas, sí ponerlas en una escala que sea útil. Puedo decidir lanzar algo para aprender para lo próximo, el éxito en ese caso no puede medirse en términos de ventas, sino de cuánto aprendí.

Mientras recorro y voy avanzando en la investigación, al leer tantos datos, llega un punto donde me pierdo… y me pregunto para qué sirve toda esta información, a quién le sirve. Seguramente a muchos y probablemente allí haya datos que puedan sernos útiles en diversos momentos.

Pero una vez más aplico mi necesario criterio de considerar “Mi 100%”. Todo bien con las estadísticas, tener la foto general es válida, pero iré separando los datos para quedarme con aquella que sea lo más cercana o parecida a mi necesidad. Y hay un instante donde todos los porcentajes se acotan a cero o cien. Si un producto que lanzamos funciona ese producto es mi 100%, lo mismo si no funciona. El resto excusas y/o aprendizajes.