Uno de cada tres productos nuevos no funcionan. Lo que nos está diciendo el estudio de Nielsen es que el 66 por ciento de los productos que se lanzan resultan inútiles para la gente.

La innovación es crear valor de una manera como nunca antes se ha creado. Y creo que es una cadena lógica: sin valor no hay utilidad, sin utilidad no hay resultados.

No hay nada novedoso en esto, pero me gusta pensar que hoy los departamentos de Research and Development, más allá de diseñar nuevos productos, son responsables de diseñar nuevas propuestas de valor para la gente. Lo curioso es que ese 66 por ciento que no funciona son productos que, por lo general, pasaron por procesos de investigación y testeos que supuestamente minimizan el riesgo de fracaso.

Acá hay algo natural y que todos sabemos: la innovación real y la certeza no son muy amigas. Y no deberíamos gastar mucha energía en intentar que lo sean, básicamente porque no existen fórmulas para predecir cómo va a funcionar algo que nunca se hizo.

Obviamente, detrás de toda innovación hay 'un por qué', que viene de interpretar una señal con forma de oportunidad para un determinado mercado.

Y está bueno que también empecemos a hablar de innovación en la manera en la que captamos esas señales para después convertirlas en oportunidades.

Por lo menos en el lugar donde yo trabajo estamos poniendo mucha energía en diseñar estas nuevas maneras de encontrar oportunidades porque creemos que eso es lo que paga al momento de producir cosas nuevas y con un valor para las marcas y las personas.

No estoy hablando sólo de mirar el problema desde otro lugar. Me parece que hoy, más que nunca, se trata de encontrar nuevos problemas y nuevas soluciones y, para eso, no alcanza con preguntarle a la gente qué quiere.

En +Castro vemos la innovación como un espacio para explorar, descubrir y hacer. Y obviamente para cualquier exploración se necesita un poco de coraje y curiosidad contra el miedo al fracaso y la comodidad de ir por caminos ya recorridos.

Tal vez peco de optimista, pero me parece que esta es la época más linda en la historia de nuestra industria: podemos experimentar como nunca, tenemos un montón de herramientas para llegar a nuevos aprendizajes y hacer cosas de verdad diferentes a nivel producto, research y comunicación.

Si chequean el shortlist de Innovation Lions van a encontrar desde una vincha que reconoce ondas neuronales (Necomimi) hasta el film más pequeño del mundo hecho con átomos (A boy and his atom).

Lo que hay detrás de todo esto está buenísimo: la tecnología está permitiendo a las marcas explorar experimentalmente y el festival más reconocido de la industria crea una nueva categoría que premia justamente esto.

Llegar a la gente de maneras radicalmente nuevas, ya sea a través de un producto o experiencia de comunicación, transmite y construye cosas muy fuertes, devolviendo con creces para la marca desde un lugar que no sólo se refleja en el retorno sobre la inversión.

Esta noción quizás corre un poco las concepciones de éxito y fracaso que se plasman en un Excel. Con esto no estoy diciendo que las ventas no sean importantes, sólo digo que si las usamos como único criterio a evaluar si algo es exitoso o no, estamos acotando bastante los beneficios de abrazar la innovación como cultura de compañía.

Cuando entré a +Castro me encontré con la idea de R.O.L. Y pensé: “Uff otra cosa más con siglas”. R.O.L. es Return On Learnings y después de haberlo entendido con trabajo real creo que es una de las siglas a las que está bueno darle más importancia.

De hecho, como casa de innovación, somos un laboratorio de 'primeras veces' y mucho de lo que nosotros consideramos como 'éxito' viene de capitalizar los aprendizajes de cada proyecto que encaramos junto a los clientes, sabiendo que ese conocimiento es también una nueva manera de ventaja competitiva.

La tensión que existe entre cualquier sistema y su disrupción es lógica, pero me gusta entender al error como una parte naturalmente posible de la innovación, por eso: ¡Larga vida y salud a ese producto que sobrevivió! ¡Pero gloria y honor a los otros dos que se quedaron en el camino dejándonos un montón de enseñanzas!