El 2015 llega con aires de cambio para Rodrigo Grau, que acaba de ser anunciado como el nuevo dgc de David Brasil, cargo que asumirá a fines de enero próximo.

“Me une una amistad y un pasado en común con Gastón Bigio, de mis tiempos en Del Campo y Ogilvy, así como con Ignacio Ferioli y Joaquín Cubría, con lo cual conocía muy de adentro el proyecto de David, aunque nunca me imaginé que iba a terminar siendo parte de él”, asegura Rodrigo Grau, en diálogo con adlatina.com.

El creativo reconoce que le atrajo la posibilidad de de formar parte del proceso de desarrollo de la agencia: “Es una agencia muy joven y en desarrollo, con una intención de hacer un trabajo creativo. Es una oportunidad única de formar parte de los cimientos de David como marca”.

Además, agrega: “David tiene dos facetas: una local y otra global, me entusiasma hacer un trabajo que exceda los límites de lo doméstico”.

Con respecto a la experiencia de trabajar en Brasil, dice que la expectativa es aprender. “La posibilidad de trabajar en otro país, permite aprender mucho de la cultura de trabajo y las costumbres. Humildemente, espero hacer un aporte desde mis conocimientos a ese mercado”.

El pase de Grau a David supone el fin de una etapa de más de 8 años de trabajo con Ramiro Rodríguez Cohen como dupla. “La separación es circunstancial. Ramiro es como un hermano. Es un tema meramente profesional y nadie puede decir que sea para siempre. Él conoce muy bien BBDO y seguramente seguirá haciendo una excelente creatividad allá”, dice Grau.

En cuanto a su ciclo en BBDO, reconoce que es difícil evaluarlo ahora. “Fueron 7 años de muchas horas de dedicación. Mantenerse 7 años en un lugar bueno y sano es una excepción y vale la pena valorarlo. BBDO es una agencia que se mantiene en un mercado inestable y especulativo. Eso me da orgullo. Es una escuela, dejo muchos amigos. Creo que con lo que aprendí, llegó el momento de poder empezar a generar mi propio espacio”.

Asimismo, agrega que tanto BBDO Argentina como David son oficinas que si bien forman parte de una red se mantienen en la periferia, lo cual les permite cierto dinamismo: “Es una forma de trabajo que me identifica, son espacios más chicos y eso permite que sean más personales”.